Capítulo 06.
Ya en la planta baja, Jimin se acercó a Jungkook con unos bocetos mejorados de los planes que mandó a Seokjin.
Jongin los miraba con recelo desde una esquina, así que se acercó en varias ocasiones intentando distraer a su jefe, pero nada le funcionó. Envió unos mensajes y agradeció al cielo cuando la madre omega volvió a llamar.
El pobre chico estaba muy ilusionado, ya que el omega cada que llamaba a su hijo siempre lo saludaba diciéndole que estaba seguro de que el alfa no tardaría en invitarlo a salir.
—Señor Jeon, tengo una llamada de su madre en espera.
—Dile que la llamo después.
—Está insistiendo mucho.
El alfa bufó tomando el celular llevándolo a su oreja, no se percató que la llamada la recibió desde el celular de su secretario.
Seokjin se acercó al omega —¿Desde cuándo ella te llama a tu número personal? Y más importante, ¿cómo es que lo tiene? —preguntó cruzándose de brazos.
—Perdone, señor Kim, pero las explicaciones se las debo a mi jefe —respondió girando para ir tras de Jungkook.
—Parece ser un grano en el culo —Taehyung comentó acercándose.
—¡Taehyung! —Jimin regañó.
—No te preocupes Jimin —Seokjin le restó importancia—. No sé qué le sucede, últimamente ha estado actuando extraño, anteriormente no era así.
Los trabajadores de Jimin llevaban varias cajas con todo lo necesario para iniciar, unos se encargarían de adornar los barandales, otros de poner unos colgantes elegantes y algunas guirnaldas por las gradas, coronas navideñas y otras cosas, ellos ensamblarían el enorme árbol que iría en el vestíbulo.
—Es impresionante que tengas todo tan rápido —Seokjin comentó admirando todo, también se unió a sacar unas cosas porque le encantaba participar en las decoraciones.
Namjoon estaba junto a Jia, ya que Jimin solicitó su gran ayuda para cuidar de la enorme estrella que iría sobre el gran árbol.
—Ni que lo digas, ayer que llegó a casa se volvió loco y empezó a buscar todo —el castaño delató.
Seokjin sospechaba algo y solo para estar seguro hizo una pregunta algo indiscreta.
—Me imagino que tienes mucha ayuda para hacer todo esto.
—En realidad solo somos Taehyung y yo, poco a poco todo fue creciendo nuestra empresa y aquí estamos —sonrió.
—¿Ustedes son...?
—Noooo —Taehyung se carcajeó—. Jimin es como un hermanito para mí, mi omega quizá llegue a ayudarnos al rato.
—Eso es genial. ¿Y tú Jimin?
—¿Yo qué?
—¿Hay alguien esperando por ti en casa?
—Jin... —su alfa se acercó—. No seas entrometido, amor.
—No te preocupes Namjoon y respondiendo a Jin, no, no tengo a nadie en casa.
—Eso es perfecto —emocionado, dio un pequeño brinco, más llamativo de lo que deseó por las miradas que recibió—. Digo, que es perfecto todo lo que haces aquí —comentó sonrojado mientras ajustaba su traje.
Jungkook se acercaba con el rostro totalmente rojo, Jimin, algo preocupado, llegó hasta donde él.
—¿Te encuentras bien?
—No, mi familia me volverá loco un día de estos —bufó.
—Si quieres hablar cuenta conmigo, si no, ven a distraerte necesito ayuda para los adornos del árbol.
Jungkook, aprovechando la oportunidad de estar con el alfa, lo siguió.
—¿Todo bien, Kook?
—Claro, Jin, ¿por qué lo preguntas?
—Es que vas a ayudar y tú... —no terminó porque Namjoon le hizo callar con un beso.
—Amor... —Namjoon se acercó al oído de su omega—. Solo apóyalo, está tan feliz.
—Jungkook eres un mañoso —Seokjin acusó riendo.
—¿Qué dices Jin? Deja de estar de holgazán, aquí todos amamos la Navidad y todos queremos ayudar, de eso se tratan estas estu... —inquieto se acercó a buscar cosas para ayudar sin tener la mínima idea de que hacer con ellas, dejó la palabra al aire al percatarse de lo que diría—. Estas estupendas decoraciones —dijo tomando un puñado de bombillos.
Jimin se rió y el omega los observaba detenidamente, Taehyung cómplice de su amigo pelirosa despejó el área para que solo estuvieran los dos.
El menor le indicaba a Jungkook donde poner los adornos. El ojiverde felicitó al alfa por tan linda armonía laboral.
Para llegar a las decoraciones más altas fue necesario utilizar una escalera. Jungkook le ayudó a subir, cuando Jimin se estiró, la camisa se elevó y el pelinegro tragó fuerte cuando vio un tatuaje asomarse por su cintura.
Jimin subió un escalón más para alcanzar el gran árbol, hasta en ese momento se dio cuenta de que era inmenso —Ten cuidado, Jimin.
—No te preocupes Jungkook, tengo experiencia en esto.
Al intentar bajar uno de sus pies resbaló, el ojiverde perdió el equilibrio.
Jungkook actuó rápido poniéndose detrás atrapándolo justamente, el pecho de Jimin subía y bajaba, no fue por la caída sino porque estaba entre los brazos del alfa bajo su atenta y preocupada mirada.
—¿Te encuentras bien? —preguntó observando detenidamente su rostro.
—Sí —fue incapaz de dejar de mirarlo.
—Me alegro.
—Gracias —sonrió sintiéndose cálido cuando el olor a café lo abrazó.
—Jimin, ¿te encuentras bien? —Taehyung llegó hasta él escudriñándolo detenidamente.
—Sí, Jungkook me atrapó —sonrojado, peinó un poco sus alborotados cabellos.
El pelinegro se apegó más a Jimin cuando el castaño intentó acercarse —No te preocupes, está bien.
—Jimin debes tener más cuidado —Taehyung se veía realmente preocupado.
—Tranquilo Tae, de verdad estoy bien —se acercó para abrazarlo.
—No me perdonaría si te pasa algo —correspondió—, anda a poner otra cosa y yo me encargo de eso.
Jungkook fue detrás del menor —Taehyung te cuida mucho.
—Es un gran alfa, nos cuidamos mutuamente.
—Ya veo... —comentó con los celos calando.
—Siempre se preocupa de más, pero no lo puedo culpar.
—Ni yo tampoco —espetó bufando.
Jimin al escucharlo algo diferente se acercó —¿Estás bien? ¿Te está gustando todo?
—Si, no te preocupes, realmente son buenos en lo que hacen.
—Gracias... —le respondió sintiéndose extraño.
Algo cambió y Jimin no entendía para nada que sucedía con el alfa, se quedó sumido en pensamientos hasta que Taehyung saltó de la escalera muy apresurado. Jimin lo siguió con la mirada notando a Hoseok llegar siendo empujado amablemente por el alfa encargado de la puerta.
El omega lo saludó desde abajo, poco a poco él se fue incorporando en la empresa, tenía buenas ideas y una visión diferente a la de ellos, así que después de sus terapias siempre pasaba por los lugares donde estaban trabajando.
—Hola, Hoseok —saludó desde arriba viendo cómo el castaño llegaba hasta a él besando su rostro.
Jungkook se acercó notando al chico en silla de ruedas y a Taehyung besándole los labios —¿Qué sucede?
—Nada, solo llegó el omega de Taehyung —respondió admirando a la pareja.
—No sabía que tenía omega.
—Ahí está, es un chico muy lindo, hace tiempo sufrió un incidente y pues Taehyung se volvió muy protector después de eso. Es un milagro que él pueda volver a caminar.
—Lo siento tanto...
—Está bien, él es muy fuerte.
—Yo creí que Taehyung era tu alfa o algo parecido —comentó apenado.
Jimin se giró totalmente sorprendido encarando al alfa —¿Qué? ¿Por qué pensaste eso?
—Por cómo te trata...
—Eso no quiere decir que esté sentimentalmente con él.
Jungkook se burló de su actitud infantil, recargado en el barandal de vidrio, bajó la vista notando a Taehyung presentar a su omega con Seokjin y Jia.
—Tú también pensaste lo mismo —acusó.
—No... yo no.
—Con Jin, tú supusiste que era mi omega.
Jimin enrojeció —Bueno, es que... eso es diferente, Jungkook.
—Claro que no.
—Mejor ponte a trabajar que me distraes.
Luego de un rato, el pelirosa se acercó con una caja donde guardaba todo el material para continuar el siguiente día. La empresa ya casi estaba vacía.
—¿Te encuentras mejor? —Jimin preguntó con genuino interés.
—Sí, solo es un poco jodida la situación.
—¿Problemas de trabajo?
—No, es mi familia.
—¿Todo bien con ella?
Jungkook bufó —Esperan que lleve un omega a casa para Navidad.
El corazón del menor se hizo añicos —Ya veo, es difícil complacer a la familia, espero puedas encontrar a alguien —comentó algo triste.
—¿Con quién pasarás las fiestas, Jimin?
—A cómo voy, parece que solo —rió un poco acomodando uno de sus cabellos detrás de su oreja.
—¿Nadie para llevar a casa? ¿Algún omega o algo?
—No y ¿tú?
—Tampoco la verdad, es que no me gustan —volteó a ver a Jimin con una gran sonrisa.
Aturdido, el de ojos verdes parpadeó en repetidas ocasiones. Entonces... ¿Eso significaba que Jungkook...?
—¿Qué harás después de salir de aquí? —el ojiazul lo sacó de sus pensamientos.
—Nada, ir a casa, supongo.
—¿Te gustaría ir por un chocolate?
El alfa menor sonrió —Me encantaría.
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